El primer Foro Mundial de la OMS sobre Producción Local se clausuró hoy, tras cinco días de debates centrados en la promoción de la calidad y de la producción local sostenible a fin de mejorar el acceso a los medicamentos y a otras tecnologías de la salud.
- Delegados procedentes de más de 100 países, asociados internacionales, grupos de la sociedad civil, asociaciones del sector e importantes inversores se sumaron a la OMS, la OMC, la ONUDI, el UNICEF y la UNCTAD para poner de relieve los desafíos a los que se enfrenta la producción local y las medidas necesarias para abordarlos, así como las distintas oportunidades para el sector.
Con miras al futuro, el Foro ofrecerá una plataforma para impulsar los esfuerzos destinados a apoyar y fomentar la producción local de productos de salud en los países de ingresos bajos y medianos.
Conclusiones del Foro, recomendaciones y próximas etapas
Aumentar la capacidad de fabricación para la seguridad mundial - La pandemia de COVID-19 ha puesto de relieve la importancia de la fabricación local como componente clave de la respuesta a la pandemia, ya que aquella reduce la dependencia de los mercados mundiales y los productos importados.
La producción de vacunas fue uno de los temas principales del Foro, junto con la función de las nuevas tecnologías y la generación de estrategias de fabricación flexibles a fin de lograr una capacidad de producción sostenida en los países de ingresos bajos y medianos.
La transferencia de tecnologías y la concesión de licencias se consideraron esenciales para la expansión de la producción. La puesta en común de los derechos de propiedad intelectual y de los conocimientos técnicos será esencial, junto con la facilitación de la concesión voluntaria de licencias y la transferencia efectiva de tecnología. También será primordial crear un entorno propicio para la transferencia de tecnología. Entre los elementos clave cabe mencionar la buena gobernanza, una fuerza de trabajo cualificada, un acceso adecuado a la información sobre los mercados y una evaluación rigurosa de la capacidad local para recibir y absorber la tecnología transferida.
La función de los gobiernos es fundamental para crear un entorno político propicio y un ecosistema empresarial favorable. Esos esfuerzos deben coordinarse con las partes interesadas pertinentes a nivel nacional, regional y mundial.
Los organismos nacionales de reglamentación y los fabricantes locales pueden impulsar la producción local de calidad y facilitar un acceso más rápido a las tecnologías de la salud durante las pandemias y en los años sucesivos. Para ello, precisan formación, apoyo y recursos de manera continuada.
El escaso acceso al capital es un factor clave que supone una limitación para los fabricantes locales de los países de ingresos bajos y medianos. El gran interés expresado por los principales bancos de desarrollo y otras instituciones financieras para invertir en el sector es una señal de mejora en este ámbito, y la necesidad de elaborar argumentos sólidos de inversión, en particular la demostración de un análisis de rentabilidad económicamente viable a largo plazo, se mencionaron como componentes clave de los proyectos de fabricación que obtenían buenos resultados.
Se recomendó crear un mecanismo que estimulara la participación del sector a fin de reforzar la colaboración con los distintos organismos del sector y entre ellos con objeto de transferir tecnologías prioritarias a los países de bajos y medianos ingresos.
La OMS debería establecer un grupo asesor estratégico, en colaboración con los Estados Miembros y sus asociados, para abordar los desafíos mundiales actuales y futuros y las tendencias en la producción local y la transferencia de tecnología.
El próximo Foro se celebrará en los Países Bajos, según comunicó el Viceprimer Ministro y Ministro de Salud, Bienestar y Deporte, Sr. Hugo de Jonge. El Foro sobre Producción Local se ha establecido como un mecanismo a largo plazo para promover el diálogo y la toma de decisiones a fin de reforzar la capacidad de fabricación local y avanzar en la consecución del objetivo común del acceso universal a las tecnologías de la salud.
